Después de un tiempo viajando te darás cuenta de que los mejores recuerdos de cada lugar no te los dejan los atractivos turísticos, sino la gente que vas conociendo. Estar abierto a conocer gente, compartiendo tu cultura y aprendiendo de la de ellos, es lo que hace enriquecedor a un viaje.
Pero también es importante estar atento para no caer en las típicas estafas que suelen suceder en los lugares más turísticos.
Básicamente, en los destinos más populares hay mucha gente queriendo aprovecharse de quien está relajado paseando.
No desconfíes de todos porque te cerrarás en tu propia burbuja, pero utiliza tu intuición para distinguir entre quienes tienen intenciones sinceras y quienes quieren sacar ventaja.